Algunos de los abrasivos recomendados son: el silicato de aluminio, el corindón blanco, el corindón marrón, las microesferas de vidrio, la granalla cerámica, la granalla plástica, el abrasivo vegetal, la cáscara de almendra, la cáscara de nuez, la granalla de acero y la granalla de acero inoxidable entre otros, con la ventaja de que su re-utilización es mucho mayor, generando mucho menos polvo y, por lo tanto, la aparición de polvo en el ambiente y en el lugar de trabajo es mucho menor